ULTRAMARATON 66K - FOTOS, RELATO Y VIDEO

Cada uno tenía sus objetivos claramente definidos cuando nos encontramos ese domingo 21 de agosto de 2011 a las 6:30 a.m. en el Monumento a la Bandera.

La idea de correr hasta el Santuario de la Virgen del Rosario de San Nicolás nació entre Mauro y yo cuando en el 2010 tuvimos que atravesar algunos momentos que por su dificultad nos aferraron a la fe. El tercero en sumarse fue Maxi que seducido por el desafío (y porque está loco) y sin dudarlo un instante decidió ser el tercero en la línea de largada,

En los últimos meses se sumaron Edgar Moreno (mejor maratonista rosarino) y tres de sus alumnos; Hugo Acosta, Javier Landriel y Daniel Ultrera. Y ya en los últimos días y gracias a la información subida a la web del TRITIM se sumó Emanuel Rocha redondeando en ocho el número de corredores que serían de la partida.


A excepción de Daniel Ultrera que ya es ultramaratonista (y se encuentra preparando los 100k a disputarse en septiembre) y Emanuel Rocha que ya ha corrido las 24hs y se encuentra preparando las 12hs, los demás éramos todos debutantes en la distancia.

LA LARGADA
No levantamos a las 5:00am para poder desayunar y prepararnos con tiempo.
Unos minutos después de las 6:30am nos fuimos encontrando de a uno en el Monumento a la Bandera. Estaba oscuro aún y la sensación térmica era bajo cero. Sin embargo el frío y la ansiedad no podían con esas ganas enormes de correr y correr y esa fe de saber que nadie iba a dar un paso atrás.

Los corredores cargamos todos nuestros bolsos con gatorade, bananas, barras de cereal, geles y agua en los vehículos de apoyo (La Negra Bighi, Mariana Ago y Fernando Gho) y los ciclistas (Kari Toretta, Lucas Raselli y Daniel Rizza) terminaron de colocarse las pecheras de seguridad y de abastecerse con caramañolas para el camino.

Foto con el Monumento a la Bandera de fondo, gritos, expresiones de alegría, risas y algunos signos de nerviosismo y salimos a correr a las 7:10 am con la mente puesta en el Santuario de la Virgen del Rosario de San Nicolás.

MI RELATO DE LA CARRERA
Los primeros 30k se hicieron con un grupo compacto. Pasamos por Villa Diego, Villa Gobernador Gálvez, Pueblo Esther y Arroyo Seco todos juntos, con buen ritmo, riéndonos y disfrutando del sol que empezaba a combatir el frío.

Las bicicletas bien pegadas a nosotros nos animaban y nos alcanzaban las bebidas rápidamente ante cualquier pedido. Los autos paraban cada 15km aproximadamente y el que necesitaba asistencia aprovechaba el momento. En el Km 25 hicimos una parada general para dejar un o poco de ropa, elongar un poco y reabastecernos.

Luego de Fighiera comenzamos a separarnos. Cada uno debió adoptar un ritmo propio y kilómetro a kilómetro las distancias hicieron que quedaron dos grupos bien diferenciados. Adelante estaban Daniel Ultrera, Hugo Acosta, Javier Landriel y yo. Detrás nuestro venían Mauro Paglia; Maxi Ago y Emanuel Rocha.

En mi caso las piernas mágicamente desaparecieron en el kilómetro 50 dejando en reemplazo dos rígidos trozos de lapacho paraguayo. Y llegó ese momento en el que los mil pequeños dolores que fueron apareciendo deciden unirse para pegarnos en el alma y bombardear nuestra cabeza con pensamientos negativos y dudas. Los que venían conmigo se me escaparon y los que venían detrás me pasaron también...solari dijo el indio! y se mordió el labio!.

Sin dudas este fue el peor momento del día. Estaba En Villa Constitución, dolorido, desmoralizado y totalmente solo pensando que si seguía así tarde o temprano estaría caminado el resto de la carrera.

Llegué a la pick up y me puse unas plantillas ortopédicas muy acolchadas que tenía guardadas para un momento como este y una rodillera de neoprene porque me dolía el extensor de la fascia lata y seguí pasito a pasito-

Los kilómetros se hicieron muy largos, miraba el GARMIN a cada rato asegurándome que no lo haya detenido accidentalmente o que indicara que había perdido señal de algún puto satélite pero nada che... La única y terrible realidad es que iba muy lento, hecho que comprobé al mirarme en un vidriera y ver como mis pies se arrastraban apenas elevándose del suelo.

Pero, todos los que han corrido pruebas de resistencia saben que el cuerpo dá revancha, que tarde o temprano si no nos damos por vencidos el cuerpo vuelve a moverse y así fue. Los dolores aflojaron, la mente se aclaró y pude retomar el ritmo alcanzando así a mis compañeros Maxi y Mauro con los que cubrí casi todo el tramo de Villa Constitución.

Enorme fue mi felicidad cuando pude alcanzar a Hugo y Javier que venían delante desde hacía bastantes kilómetros y pensé “listo, ya tengo compañía...a terminar”. Pero no fue así, en ese preciso momento Hugo y Javier tuvieron que parar a hidratarse y volví a quedar solo, rodeado solo por un perrito que nos seguía desde unos cuantos kilómetros.
De Daniel ni rastros...no lo veía ni siquiera chiquitito. Seguí solo los últimos 8 Km de la prueba corriendo fundamentalmente con mi espíritu y con el aliento de LN y Fer que se acercaban con la Pick Up y me alentaban.

Ya ni miraba el reloj cuando se acercan los chicos en la pick up y me gritan “Dale Ger, no ves la cúpula?!!”. Que momento dios mío......alcé la cabeza que iba con la vista perdida en el piso desde hacía tiempo y pude ver la hermosa cúpula del santuario sobresaliendo entre los arboles....cuantas emociones sentí.

“Dale que faltan 7 cuadras pelotudo”, me volvieron a gritar motivando por el absurdo, y la adrenalina (fiel compañera de los deportistas de resistencia) hizo que volviera el sol, que mis piernas pudieran moverse nuevamente, que la música en mis oídos se hiciese nuevamente placentera y que llegara a los 66km sonriendo a pesar de todos los dolores que uno atesora a lo largo del camini.

Había llegado al Santuario, había cumplido la promesa hecha en el 2010 durante el embarazo de mi hijo Lauti y me sentía lleno de paz. La frase de Dean Karnazes “tus piernas solo te pueden llevar hasta un punto determinado. Las grandes distancias se hacen principalmente con la cabeza... (...) y con el corazón” recorrió mi cabeza, bajó por las mejillas cubiertas de sal y me devolvió la sonrisa.
Nos fuimos esperando uno a uno y cuando estábamos todos entramos al santuario, cada uno con sus silencios, cada uno con sus pedidos y agradecimientos.

GRACIAS
A Mauro y Maxi porque nunca desistieron de esta locura, a Edgar Moreno y sus muchachos y a Emanuel Rocha por unirse sin ninguna pretensión mayor que disfrutar de lo que nos gusta hacer.

Infinitas gracias a los que se levantaron a las 5am y nos acompañaron, alentaron y cuidaron todo el camino porque sin ellos hubiese sido IMPOSIBLE.

A Exo Accesorios Deportivos por el aguante y por los premios que nos entrgegó en la llegada.

A mis entrenadores Eugenio Gordon y Diego Nuñez y a Katia Montú que nos hizo las remeras y las plaquetas recordatorias.

Seguramente repetiremos esta experiencia increíble así que vayan preparándose para la 2° edición de la Ultramaraton Rosario-San Nicolás.

LVTT
Larga Vida al Tritim

“Las cosas no dan la felicidad. Algunos de mis mejores momentos llegaron mientras corría por la carretera, con tan solo un par de zapatillas y uno pantalones cortos. Un corredor no necesita mucho. Thoreau dijo una vez que la riqueza de un hombre se basa en lo que no necesita. Quizá necesitando menos realmente estés ganando más” (DK)



5 comentarios:

que linda carrera, espero estar en la proxima, felicitaicones a todos

GRACIAS ORLANDO!NOS VEMOS EN LA PROXIMA

Gracias TRITIM por la cronica de esta ultra 66 km, comprendi porque la corrieron y un orgullo enorme de que uds pudieron alcanzar el objetivo.
PEDIDO soy de Bs As y quiero comprar la remera, si alguno de uds viene a la media de bs as que me avise por este medio.
Abrazo a todo el TRITIM.

Muchas gracias Eduardo!
los chicos que fueron a la media maraton ya estan alla.
remeras no quedaron más pero podría averiguar con el taller que la imprimió para saber si te pueden hacer una más.
Saludos

Gracias German, si el taller acepta avisame, para dejar mis datos.
En lo posible sin la leyenda FINISHER
por razones obvias.
66 K y en ruta, es algo que siempre tengo presente cuando entreno, de que ANDARAS BIEN por la 66.